La chica con los rayos X en los ojos |
Buenos Aires, crónicas villeras |
Pulqui |
(Buenos Aires)
La Sala Leopoldo Lugones será sede virtual de la vigésima edición
del DocBuenosAires, que se llevará a cabo del martes 27 al sábado 31 de octubre
en la plataforma del Ministerio de Cultura y la web del Complejo Teatral de
Buenos Aires. El DocBuenosAires es un escenario donde se verán y
discutirán las mejores producciones nacionales e internacionales del cine
documental de creación.
La Muestra Internacional DocBuenosAires 2020 es organizada y coordinada por la Asociación Civil DOCBSAS, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, con la colaboración del Institut Français d’Argentine, la Alianza Francesa de Buenos Aires, FUC - Universidad del Cine, Goethe-Institut Buenos Aires, DAC - Directores Argentinos Cinematográficos, la Embajada de Francia y el Institut Français.
Podrá accederse a las proyecciones de la Sala
Leopoldo Lugones virtual en la plataforma del Ministerio de Cultura https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/ y la web del Complejo Teatral de Buenos Aires https://complejoteatral.gob.ar/cine, cada título estará disponible por 3 horas a
partir de su horario de estreno.
La agenda completa es la siguiente:
Martes 27
4TRO V3INT3 X P3RRON3
(Argentina, 2020)
Dirección: Raúl Perrone.
Con: Martín Ezequiel Mir, Facundo Cañete,
Martina Rivera.
Una maldición meteorológica cae sobre Ituzaingó. Las carencias
materiales de la ciudad son manifiestas; una lluvia copiosa y constante saca a
relucir las condiciones de vida precarias de sus pobladores. Nada explicita que
es también tiempo de pandemia, acaso un pleonasmo de un presente sin horizonte
ya naturalizado por los protagonistas de las películas: los jóvenes del
conurbano. ¿Qué hacer? La praxis en marcha, que es respuesta y que no tiene
reminiscencia alguna de quien hizo de esa pregunta un programa político,
consiste en existir deslizándose y entregándose a los placeres sensoriales. (Roger Koza) (64’).
+
Otacustas
(Colombia, 2020)
Dirección: Mercedes Gaviria.
Con: Serigo Soto Mora, Pablo Sigal, Leila Giacobino.
Un cuarto, un living, un gato, algunos ramos de flores, la
aparición fugaz de un hombre y varios planos de sombras de plantas sobre las
paredes en el interior de una casa bastan para hacer una película cuya
inteligencia consiste en introducir con el sonido una segunda capa semántica en
la que ingresa la subjetividad de la propia cineasta, la historia actual de su
país y del otro en el que vive, Argentina, como también las contiendas
discursivas en torno al género, mientras especula sobre la ontología del sonido
en el cine y más allá de él, en ocasiones citando fuentes, en otras
reflexionando sobre su propio oficio, porque además de cineasta, Gaviria
Jaramillo es también sonidista. El sustantivo en plural que prodiga el título
al film remite indirectamente al pintor holandés Nicolaes Maes y algunas de sus
pinturas interpretadas por la cineasta como formas de atención clandestina
frente a los otros a través de los ojos y los oídos. (Roger Koza) (16’).
A las 19 horas. Duración total del programa: 80 minutos.
Pan amargo
(Bitter Bread; Líbano/Irak/Francia, 2019)
Dirección: Abbas Fahdel.
El plano inicial puede remitir a la sensibilidad pictórica de Ozu,
y a Fahdel no le falta conocimiento al respecto para invocarlo, pero más allá
de la pertinente cita cinéfila la reiteración de esa figura pictórica (la ropa
colgada y secándose apenas movida por el viento) sirve para señalar la
misteriosa voluntad de los refugiados sirios en el Líbano para no dimitir
frente a lo imposible: ante las condiciones inaceptables de vida, tener la ropa
limpia es un gesto de dignidad. En verdad, Pan amargo es esencialmente
una película sobre la dignidad, ese sustantivo al que se suele apelar para
afirmar el valor intrínseco de una vida cualquiera. Del medio millón de
refugiados sirios en el Líbano llegados tras los conflictos de 2011, Fahdel
elige a los que se alojan en el campamento 003 al lado de una ruta en el Valle
de la Becá. La misión se circunscribe a filmar la cotidianidad en todas sus
aristas, un desafío que para el cineasta iraquí no es tal porque ha demostrado
en el pasado su talento narrativo para transformar los detalles en acciones
propias del cine. En menos de una hora y media se aprende acerca de la
economía, la escolaridad, la vida familiar y afectiva, la Historia, las
peculiaridades culturales, como también a percibir las condiciones materiales
de supervivencia de los sirios. Dos escenas en las que se ve a los niños
razonar como adultos son suficientes para sentir indignación y saber reconocer
lo inaceptable. Y todo sucede sin apelar al chantaje emocional de la
sensiblería bienpensante y sin prescindir al mismo tiempo de un sentido
estético que guía el registro del espacio y de quienes lo pueblan. (Roger Koza)
A las 21 horas. (87’).
Miércoles 28
Retrospectiva Maya Connors
Diario de un organismo
(Diary of an Organism; Alemania, 2019)
Dirección: Maya Connors.
En cierto pasaje de la película se postula que alguien, en el
pasado o en el futuro, acopia fragmentos de memorias. ¿Es la cineasta? ¿Es un
personaje imaginario o potencial? La especulación científica del texto y la
contrapartida de los planos elegidos (sobre seres acuáticos, insectos, peces,
niños, hombres y mujeres, formaciones rocosas, paisajes de ecosistemas
diversos) constituyen una crónica, que bien podría ser parte de un informe
general y disperso sobre la vida almacenada en alguna unidad de memoria para
reproducir con fines comunicativos orientada a seres inteligentes de otras
galaxias. Connors reúne piezas disímiles de películas encontradas, las combina
con sonidos de orígenes diversos, añade sus propios planos y textos y el
collage final adquiere un sentido lúdico ligado a la curiosidad y el
conocimiento. Un organismo no es otra cosa que una memoria que actúa; el cine
es un suplemento de la memoria, montaje de episodios que propone contorno y
continuidad. (Roger Koza) (11’).
+
Un buen lugar para partir
(A Nice Place to Leave; Alemania, 2016)
Dirección: Maya Connors.
Fascinante ensayo autobiográfico y de ciencia ficción, en la
tradición de Marker, cuyo núcleo de ansiedad paranoico tiene que ver con los
límites de la identidad: los conceptos de “adentro” y “afuera” son
deconstruidos a partir de las enfermedades y de una enigmática especie de
gusanos de seda. El material de archivo familiar y público no es menos genial
que el uso del sonido, y no solamente por la lluvia nacida de la masticación de
esos seres diminutos. (Roger Koza) (17’).
+
Los búhos crecen grandes como la media luna
(The Owls Have Grown as Big as the Half Moon; Alemania,
2014)
Dirección: Maya Connors.
Hija de padres alemanes e ingleses, los primeros años de vida de
Connors tuvieron lugar en Corea del Sur. Lenguaje, memoria, territorio
constituyen la materia que inquieta a la directora y que articula este viaje de
regreso al origen en el que el recuerdo y la percepción se fusionan en un
paisaje casi onírico a partir de materiales caseros de archivo y un registro
actual azaroso sobre lugares, animales y personas que sugiere una mímesis
perfecta con el flujo de conciencia de la propia narradora. (Roger Koza) (16’).
+
En nuestra oscuridad (Hipnos)
(In unserem Dunkel (Hypnos); Alemania, 2010)
Dirección: Maya Connors.
René Char se sumó a la resistencia francesa durante la Segunda
Guerra Mundial cuando los alemanes invadieron su país; fue entonces el Capitán
Alexandre y en pleno ejercicio castrense confrontando a los nazis escribió 237
poemas breves que conforman Hojas de Hipnos. Algunos de esos poemas son evocados
aquí (la traducción al alemán es de Paul Celan) y puestos en tensión, porque la
hermosura que contiene cada plano anida en las antípodas del ánimo y el
contexto del que nacieron los versos elegidos: las flores, la contemplación de
las hojas de árboles, el encanto del reflejo de hombres y mujeres en las aguas
de un río sereno, el movimiento hipnótico de las plantas acuáticas o un grupo
de hombres mayores disfrutando un baño en el río transmiten una experiencia en
dirección opuesta al peso y al origen de la palabra de Char. (Roger Koza)
(22’).
A las 14 horas. Duración total del programa: 66 minutos.
Los Totos
(Argentina, 1981)
Dirección: Marcelo Céspedes.
Producida en condiciones casi marginales y premiada en diversos
festivales, Los Totos es un retrato de la vida en la villa, combinando
sus testimonios con una mirada solidaria con aquellos que nunca son tomados en
cuenta. La película esboza, además, un acercamiento comprensivo y
analítico que años más tarde Céspedes profundizaría con Carmen Guarini en
Buenos Aires, Crónicas Villeras. Los Totos demuestra que no basta dar la
voz a especialistas o concederla a sujetos marginados, y que tampoco alcanza
con observar de manera presuntamente neutral. El documental abre su escucha más
allá del testimonio, trasciende la conversión del sujeto filmado en informante.
Captura, en cambio, esos fragmentos de vida que quedan atrapados por cámaras y
micrófonos de modo intersticial. Las declaraciones de maestras o asistentes
sociales o los dichos de los adultos se yuxtaponen en Los Totos con el
habla de los chicos deambulando entre las totoras, cerca de las casas o en una
errancia imprecisa por un mundo que el documental hace visible y audible,
explorando los márgenes sociales disimulados por la anestesia colectiva. Hay en
Los Totos un rasgo fundamental del cine de Céspedes: una dimensión de
respeto en el acceso al mundo filmado, una renuncia a la explotación de las
imágenes de la miseria y un reclamo de derechos que, implícitamente, dan el
tono justo y su sentido a este cortometraje. (Eduardo A. Russo) (21’).
+
Por una tierra nuestra
(Argentina, 1982)
Dirección: Marcelo Céspedes.
Inesperada paradoja: los asentamientos siguen entre nosotros; ya
no se hacen películas como esta (contundente y precisa, con la participación de
los protagonistas y con planos trabajados que no descuidan el hecho de que se
está haciendo cine). En menos de dos minutos, el diagnóstico: la
desindustrialización empuja a la gente a la calle. La respuesta: tomar tierras
(si son fiscales mejor), organizarse cooperativamente y luchar por un derecho
tan ostensible como tener una vivienda. Céspedes escoge un caso entre tantos,
que empieza en Quilmes en 1981 y termina en 1984, y simplemente documenta el
trabajo, recoge el testimonio de los protagonistas y delinea su toma de
conciencia. Todo esto sucede sin desmerecer la otra construcción en ciernes, la
de la propia película, capaz de captar en un primer plano de la cara de un
hombre su dignidad o transmitir mediante una secuencia narrativa la fuerza del
trabajo conjunto. (Roger Koza) (23’).
+
Buenos Aires, crónicas villeras
(Argentina/Francia, 1988)
Dirección: Marcelo Céspedes y Carmen Guarini.
La imagen cinematográfica, en ocasiones, no miente: 35 años atrás,
la estación de ómnibus de Retiro lucía más o menos igual que ahora, no así la
Villa 31, cuyo desarrollo exponencial jamás hubiera sido imaginado ni por los
cineastas ni por los protagonistas de esta película. El film registra a los
sobrevivientes de la política de desalojo sistemático llevada a cabo por el
último régimen de facto, defendida con motivos diversos (entre ellos, erradicar
la mala imagen que dejaba en los turistas que visitaban Buenos Aires). Las
villas miseria, bajo esa racionalidad, eran inadmisibles.
Céspedes-Guarini eligen a varios personajes que reconstruyen sus
propias historias y al hacerlo labran una gran historia colectiva de
desplazamientos territoriales y postergaciones económicas y educativas. La
puesta en escena transmite confianza en tanto la vida doméstica y laboral de
los personajes se vuelve familiar y casi íntima, como si la cámara fuera la
extensión de una amistad. La indignación es compartida, y la necesidad de filmar
también, como pide una mujer al comienzo, pues así se humaniza la crónica de
miles de postergados de una nación, que encontraron en el Padre Mujica un
aliado y en los cineastas un igual. (Roger Koza). (50’).
A las 16.30 horas. Duración total del programa: 94 minutos.
Distancias íntimas
(Intimate Distances; Reino Unido/EE.UU., 2020)
Dirección: Phillip Warnell.
Una cuadra, dos esquinas, una mujer, los transeúntes, los
automóviles, los negocios dispersos en la vía pública, las señales viales y
publicitarias; cualquier calle de una metrópolis es un microcosmos, y quien
sepa extraer de este su frondoso pluralismo tiene en sí una escena
interminable. El secreto reside en destituir la percepción en serie con la que
se suele atender a cualquier hombre y mujer que camina por la calle, cientos de
figuras igualadas por el paso fugaz en el campo visual. La avenida 34 y la
calle Staiway, de Astor, en Queens, Nueva York, es la ubicación elegida. Una
mujer de pelo canoso de cierta edad, pero aún vital y de buen ánimo, mira su
celular y cruza una y otra vez la calle, como si estuviera esperando a alguien.
En pantalla, se ven mensajes, que no esclarecen la situación de la posible
protagonista hasta ahí. Al pasar los minutos, ella comanda las escenas en la
calle. Que esa mujer sea Martha Wollner, una directora de casting, es apenas un
antecedente que se aprende leyendo sobre el film, pues ese dato, incluso el que
esté buscando a alguien para interpretar el papel de un criminal en un posible
film a rodar, resulta irrelevante, aunque eso explica su notable capacidad para
interactuar con desconocidos y hacer que estos le prodiguen una confianza
llamativa para hablar de ellos y pensar al mismo tiempo un dilema filosófico
vinculado con los cambios repentinos en el trayecto de toda vida y asimismo
considerar los efectos posibles de transgredir un límite moral. Pero Intimate
Distances no es solo esto. Hay un contrapunto semántico y esporádico, una
voz dolorida que en tono elegíaco habla de su paso por la cárcel, de la
historia estadounidense y sus crisis, de los efectos de vivir encerrado, de ser
negro, del hecho de reinsertarse en la sociedad, de la verdadera amistad, que
siempre es escasa. (Roger Koza)
A las 19 horas. (61’).
Ming de Harlem: Veintiún pisos en el aire
(Ming of Harlem: Twenty-One Storeys in the Air; Reino Unido,2014)
Dirección: Phillip Warnell.
Esta historia familiar de un hombre que vivió en un departamento
de Harlem por un largo tiempo junto con un tigre de Bengala llamado Ming, que
dormía a su lado y con el que veía películas los fines de semana –vínculo
heterodoxo e inhumanamente amoroso entre especies, al que se sumó luego un
cocodrilo llamado Al–, constituye un ensayo poético sobre zonas de intercambio
que a menudo pueden ocurrir entre las bestias y los hombres y nada tienen que
ver con la domesticación. El punto de vista de Warnell, explicitado por una
cita inicial de Jacques Derrida y un texto breve de Jean-Luc Nancy, el cual
excede la antropomorfización de ambos animales, entra en consonancia con el
propio relato de Antoine Yates, el protagonista parlante del film, cuyo efecto
inmediato es nuestro asombro y el deseo de entender. Las implicancias
policiales del caso se exponen rápidamente, y cualquier huella de insania en la
psiquis de Yates es descartada de plano. De lo que se trata aquí es de una
experiencia de libertad fuera del orden simbólico oficial que delimita las
formas de relación con los animales. (Roger Koza)
A las 21 horas. (71’).
Jueves 29
La chica con rayos X en los ojos
(The Girl with X-ray Eyes; Reino Unido, 2008)
Dirección: Phillip Warnell.
El presunto poder de Natasha Demkina consiste en escrudiñar a la
distancia las cavidades internas de cualquier cuerpo. ¿Chamanismo ruso?
¿Medicina avanzada? ¿Superstición? Que cada escena relacionada con la diagnosis
esté musicalizada por un theremín es pertinente, no solo porque el sonido de
ese instrumento electrónico codifique sonoramente los misterios cósmicos o
paranormales, sino porque la ejecución prescinde del tacto y por lo tanto las
notas se pulsan en la frecuencia de onda que emite, acaso una equivalencia con
la distancia entre los ojos de la protagonista y sus pacientes. Cuando ella y
el propio Warnell no están en el gimnasio donde tienen lugar las sesiones
terapéuticas alguna que otra perspectiva de Moscú sirve como fondo visual para
que una voz masculina conjeture sobre el cuerpo humano y su funcionamiento, lo
que incluye la postulación del aura en tanto emisión de energía. La
especulación filosófica es una constante en el cine de Warnell, y aquí la
indagación pasa por cuestionar la base empírica de cualquier fenómeno. (Roger
Koza) (23’).
+
El proletario errante
(The Flying Proletarian; Reino Unido, 2017).
Dirección: Phillip Warnell.
En un campo donde se cultiva lavanda, un hombre, cuya vestimenta
podría ser la de un religioso o la de un campesino, realiza algunas tareas
vinculadas a aquel quehacer y otras desligadas del cultivo, como tocar un
triángulo en un espacio que remite a un recinto sagrado. Mientras eso sucede,
una meditación intermitente sobre el espacio y otros conceptos derivados que
implican lugar y pertenencia, basada en un texto de Jean-Luc Nancy, interviene
dialécticamente sobre el orden visual y sonoro. Además, dos perros viajan en
una nave soviética al espacio. (Roger Koza) (36´).
+
Primero vi la luz
(I First Saw the Light; Reino Unido, 2012)
Dirección: Phillip Warnell.
Joseph Merrick fue inmortalizado por David Lynch (a quien se le
dirige un mensaje en el final); la notable interpretación de John Hurt en El
hombre elefante transmitía la dulzura y la educación de aquel hombre que
padecía el síndrome de Proteo. Warnell no reconstruye su alma, tampoco contrata
a un actor para interpretarlo; se limita a la palabra escrita del propio
Merrick y también incluye su única pieza artística conservada, una maqueta de
cartón de la iglesia que observaba cuando estuvo internado en un hospital. Con
esos vestigios nacidos de las manos de ese hombre que murió a los 27 años en
1890, Warnell, prescindiendo del sonido, citando una carta y apenas moviendo la
cámara alrededor de la miniatura arquitectónica evoca la ostensible
sensibilidad de un hombre menoscabado por su aspecto a lo largo de gran parte
de su fugaz paso por el mundo. (Roger Koza) (12’).
+
Foráneo: Extraños cuerpos extraños
(Outlandish: Strange Foreign Bodies; Reino Unido, 2009).
Dirección: Phillip Warnell.
El lúcido filósofo francés Jean-Luc Nancy y un pulpo son los
protagonistas de este ensayo sobre los límites de la identidad, la relación de
esta con el cuerpo en sí (el propio y el ajeno). Como es sabido, Nancy recibió
un corazón de un hombre 10 años más joven que él y ha podido seguir con su vida
(hoy tiene 80 años). Warnell elige filmarlo frontalmente y a cierta distancia
mientras Nancy especula sobre el cuerpo y el alma con una originalidad
filosófica que cuenta con el hándicap de su propia experiencia quirúrgica. En
poquísimos minutos, Nancy desmantela toda la ontología clásica y moderna sobre
el tema y Warnell matiza dialécticamente con algunos pasajes enigmáticos en los
que se ve a un pulpo en una pecera situada en la popa de una lancha mediana sin
tripulante, y su peculiar situación adquiere un sentido en sintonía con el
discurso del filósofo. La complejidad del discurso es tan indesmentible como la
fascinación que se desprende de alguien que no está pensando un problema de
escritorio sino uno que le atañe de primera mano, beneficio de una
autopercepción que intensifica los misterios acallados de la vida del cuerpo.
(Roger Koza) (20’).
A las 14 horas. Duración total: 91 minutos.
4CTRO V3INT3 X P3RRONE
(Argentina, 2020)
Dirección: Raúl Perrone.
Con: Martín Ezequiel Mir, Facundo Cañete, Martina Rivera.
(64’).
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Otacustas
(Colombia, 2020)
Dirección: Mercedes Gaviria.
Con: Serigo Soto Mora, Pablo Sigal, Leila Giacobino.
(16’).
A las 16.30 horas. Duración total del programa: 80 minutos.
Retrospectiva Maya Connors
Diario de un organismo
(Diary of an Organism; Alemania, 2019)
Dirección: Maya Connors.
(11’).
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Un buen lugar para partir
(A Nice Place to Leave; Alemania, 2016).
Dirección: Maya Connors.
(17’).
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Los búhos crecen grandes como la media luna
(The Owls Have Grown as Big as the Half Moon; Alemania,
2014)
Dirección: Maya Connors.
(16’).
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En nuestra oscuridad (Hipnos)
(In unserem Dunkel (Hypnos); Alemania, 2010).
Dirección: Maya Connors.
(22’)
A las 19 horas. Duración total del programa: 66 minutos.
Pulqui, un instante en la patria de la felicidad
(Argentina, 2007)
Dirección: Alejandro Fernández Mouján.
El Pulqui fue el proyecto nacional de tener un avión de caza a
reacción durante el primer gobierno de Perón. Ubicado entre el MIG-15 soviético
y el F-86 Sabre estadounidense, la aeronave de la Tercera Posición sobrevolaba
como símbolo de una Argentina que se soñaba entre los países más avanzados del
mundo. Tras el infame bombardeo a la Plaza en el ‘55, el proyecto fue
abandonado para siempre. En la obra del artista plástico Daniel Santoro, que
toma la iconografía del PJ para imaginar un edén peronista, el Objeto Volador
Justicialista vuelve a surcar los cielos argentinos. Santoro se propone hacer
un Pulqui a escala y convoca al herrero Miguel Biancusso. La cámara de
Alejandro Fernández Mouján registra el proceso creativo y utópico, siempre en
diálogo con un paisaje del conurbano que lleva todas las cicatrices del
desmantelamiento del Estado. El suspenso en torno al vuelo del Pulqui no opaca
otras preguntas; interrogantes sobre nuestro pasado histórico, el presente del
arte y el futuro de los nuevos descamisados. (Santiago González Cragnolino).
A las 21 horas. (80’).
Viernes 30
Los Totos
(Argentina, 1981)
Dirección: Marcelo Céspedes.
(21’).
+
Por una tierra nuestra
(Argentina, 1982)
Dirección: Marcelo Céspedes.
(23’).
+
Buenos Aires, crónicas villeras
(Argentina/Francia, 1988)
Dirección: Marcelo Céspedes y Carmen Guarini.
(50’).
A las 14 horas. Duración total del programa: 94 minutos.
Distancias íntimas
(Intimate Distances; Reino Unido/EE.UU., 2020)
Dirección: Phillip Warnell.
A las 16.30 horas. (61’).
Hospital Borda, un llamado a la razón
(Argentina, 1986)
Dirección: Marcelo Céspedes.
Hospital Borda, un llamado a la razón documenta distintas dimensiones del naufragio
humano en un ambiente sobrecogedor: el del mayor hospital neuropsiquiátrico
para adultos varones del país. No hace una crónica, sino que esboza un análisis
institucional, explorando distintos ángulos de una situación lacerante. El
Borda ya intentaba en esos años, de modo incipiente, desmanicomializar el
tratamiento de las enfermedades mentales. Pero sus 1600 internos perseveraban
en un encierro interminable que el documental expone sin estridencias, aunque
la desolación invada cada una de sus escenas. El cineasta acompaña e interpela
a corta distancia y no están ausentes las fricciones con el orden y el personal
hospitalario, o las paradojas de un sistema que se hace laberinto sin salida.
El abandono edilicio sintoniza en forma demoledora con el encierro redoblado en
el interior de cada cabeza. Hospital Borda es un documental cinematográfico,
planteado en las antípodas de un reportaje o informe televisivo: construye con
espacio y tiempo un lugar dolorosamente opresivo, donde todo se derrumba aunque
nada pase, o precisamente por eso mismo. El documental inicia y termina con
largos travellings de avance y retroceso, donde toda palabra cede ante la
percepción de un mundo devastado. Más allá de las declaraciones de expertos y
enfermos, se erige como otro tipo de testimonio: el de un punto de vista
realizativo, ético y político. Hospital Borda, ante todo, deja constancia de su
relación con el mundo filmado, su forma de documentar. (Eduardo A. Russo)
A las 19 horas. (62’).
La chica con rayos X en los ojos
(The Girl with X-ray Eyes; Reino Unido, 2008)
Dirección: Phillip Warnell.
(23’).
+
El proletario errante
(The Flying Proletarian; Reino Unido, 2017).
Dirección: Phillip Warnell.
(36´).
+
Primero vi la luz
(I First Saw the Light; Reino Unido, 2012)
Dirección: Phillip Warnell.
(12’).
+
Foráneo: Extraños cuerpos extraños
(Outlandish: Strange Foreign Bodies; Reino Unido, 2009).
Dirección: Phillip Warnell.
(20’).
A las 21 horas. Duración total: 91 minutos.
Sábado 31
Pulqui, un instante en la patria de la felicidad
(Argentina, 2007)
Dirección: Alejandro Fernández Mouján.
A las 14 horas. (80’).
Ming de Harlem: Veintiún pisos en el aire
(Ming of Harlem: Twenty-One Storeys in the Air; Reino Unido,2014)
Dirección: Phillip Warnell.
A las 16.30 horas. (71’).
La ballena va llena
(Argentina, 2014)
Dirección: Daniel Santoro, Juan Carlos Capurro,
Pedro Roth, Juan «Tata» Cedrón, Marcelo Céspedes.
El proyecto La ballena va llena es consecuente
con el proceso de expansión que afecta al arte contemporáneo. Es arte expandido
a una escala insólita, como para involucrar la difícil construcción de un
transatlántico para 5000 pasajeros con forma de cetáceo, coronado por un
mingitorio gigante que evoca aquel de Duchamp. La idea es alojar allí
contingentes de inmigrantes que, en un viaje transformador, serán recogidos en
sus atribulados países y transmutados en obras de arte para los museos del
Primer Mundo. Proyecto difícil, pero por suerte está el colectivo Estrella del
Oriente, con su bagaje artístico, conceptual, alquímico y homeopático, para
otorgarle un curso navegable. El colectivo se postula a becas internacionales y
reclama ese capital necesario que ciertas fundaciones de la banca global
ofrecen para financiar la creación artística. Es complicado a veces entenderse
con los posibles mecenas, pero Estrella del Oriente tiene sus fundamentos, sus
objetivos y sus métodos para persuadir. El proyecto incluyó durante años
conferencias performáticas, muestras, una instalación, algunas piezas
audiovisuales y este largometraje que Marcelo Céspedes codirige, desplegando
además en pantalla una memorable performance que pone en escena su cultivada
efigie de productor de pocas pulgas. La ballena va llena retrata los avatares
de esta aventura que reúne inspiración duchampiana, delirio y lucidez, crítica
de arte e institucional disfrazada de ficción, todo incluido en el marco de un
documental. (Eduardo A. Russo).
A las 19 horas. (82’).
Pan amargo
(Bitter Bread; Líbano/Irak/Francia, 2019)
Dirección: Abbas Fahdel.
A las 21 horas. (87’).
Teatro San Martín. www.complejoteatral.gob.ar
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