(Buenos Aires)
El sábado 11 de mayo se proyectaron en el Museo del Cine dos
films de Rodolfo Kuhn que integraron la programación del BAFICI de este año:
Los inconstantes y Pinamar.
Todos los fines de semana el Museo del Cine presenta una muy
buena programación y generalmente se hace una introducción a las películas que
se van a ver.
El 25 de mayo a las 18 se proyectará Dios se lo pague de Luis
César Amadori (1947)
Museo del Cine
Agustín Caffarena 51, Buenos Aires
La programación se puede ver en:
https://buenosaires.gob.ar/cultura/museos/museodelcine
Este año Rodolfo Kuhn cumpliría 90 años y el Museo presenta dos
de sus obras, una de ellas desconocida.
Los inconstantes (1963, 77’)
Kuhn fue
seguramente el cineasta que mejor interpretó la melancolía de la juventud
argentina de los años sesenta y la de la costa atlántica en temporada baja; y
esas dos melancolías haciéndose una sola. Viajó varias veces en un verano a
Villa Gesell antes de filmar la película y descubrió que había una suerte de
pequeña población que se quedaba en la playa hasta comienzos de abril con pocos
gastos. "No he descubierto cómo son ellos mientras permanecen en Buenos
Aires", dice Kuhn, "pero supongo que ganan su dinero como mecánicos o
dependientes de tienda". En Gesell, limpian bares o cantan en boites a
cambio de la comida y de un lugar dónde dormir. Persiguen alguna relación que
dure solamente horas, parecen querer demostrar que ninguna convención ni ninguna
costumbre establecida les importa. Buscó que algunos de sus conocidos de Gesell
actuarán de sí mismos: dos de ellos sostienen una payada surrealista,
totalmente improvisada, un juego de asociaciones libres que se parece a la
escritura automática. Un personaje desaparece en el mar. En una entrevista,
Kuhn insinuó que el recurrente "no te metás" en torno a ese aparente
suicidio encarna una juventud argentina que se hunde poco a poco ante la
indiferencia y la necesidad de que el tiempo pase sin más.
Se proyecta una copia 35 mm en excelentes condiciones de la
colección del Museo.
Pinamar (~1956, 11’)
A mediados de los años cincuenta, mientras veraneaba en Pinamar
junto a su familia, Rodolfo Kuhn realizó un corto en película 16 mm blanco y
negro, reversible. Podría tratarse de una de las tantas filmaciones amateur
registradas en las playas argentinas de la era analógica. Pero en esos rasgos
aparece cierta experimentación que deja ver a un joven con inquietudes formales
apreciables en la pulsión narrativa, a través de pequeñas acciones actuadas,
que conviven con el registro documental del espacio y cierta autoconciencia en
relación al dispositivo, uno de los rasgos de sus trabajos posteriores. Este
breve film no figuraba dentro de su filmografía. Es un hallazgo que nos deja
ver los inicios de un cineasta que poco tiempo después se volvería una pieza
central del nuevo cine argentino de los 60.
Version digital 4k a partir de copia 16 mm blanco y negro
reversible realizada en el Museo del Cine.
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